Los secadores de cabello, los rizadores o las planchas para el cabello son dispositivos mecánicos eléctricos que soplan aire caliente o ambiental sobre el cabello para acelerar rápidamente la evaporación de la humedad del cabello y secarlo. Al usar un secador de cabello, es posible hacer que el cabello corto luzca más largo y saludable al sellar la cutícula y hacer que el cabello sea más resistente a las puntas abiertas. Los secadores de pelo ayudan a controlar el volumen del cabello y dan una apariencia más suave al tallo del cabello. Además, también se puede utilizar con fines de coloración para conseguir un tono de color más claro para el cabello dañado por tratamientos químicos, como las lentillas de coloración.
Los secadores de pelo tienen dos tipos básicos, a saber, la variedad estática y la rotativa. El secador de pelo rotatorio es el tipo más común que se encuentra en hogares y oficinas. Este tipo tiene un ventilador, que generalmente se ubica sobre la cabeza y sopla aire seco hacia arriba a través de un tubo o boquilla. Además de soplar aire, un estilo rotatorio puede usar un ventilador en la base para hacer circular el aire caliente que sopla el ventilador.
Dado que los impulsos eléctricos producidos por estas unidades pueden causar quemaduras graves si no se diseñan correctamente, los secadores de cabello deben mantenerse alejados de las áreas donde los niños y las mascotas puedan caminar o entrar en contacto con ellos. Los secadores de cabello estáticos funcionan aplicando electricidad estática al cabello mientras se seca. Esto genera una ligera cantidad de calor que calienta el cabello inmediatamente. La electrocución es el principal peligro que plantea esta condición. Un buen ejemplo de un secador estático que puede electrocutar a las personas es el secador de pelo que utiliza gas propano.
La mayoría de los secadores de cabello modernos incluyen un interruptor de seguridad que se usa para evitar que la unidad se encienda accidentalmente. Sin embargo, algunos tipos más antiguos aún pueden incluir dicho interruptor de seguridad. En cualquier caso, el interruptor debe estar situado al alcance de la mano para facilitar la activación del dispositivo en caso de que se encienda accidentalmente. Todos los secadores de cabello eléctricos deben tener una luz de advertencia de sobrecarga en el panel de control. Si se enciende la luz de advertencia de sobrecarga, el usuario debe desconectar la unidad inmediatamente y colocarla en un lugar seguro, como el sótano.
Si uno de los ajustes de velocidad de los secadores de pelo se vuelve rápido cuando el motor está encendido, esto puede ser una señal de una subida de tensión. Al igual que con todos los electrodomésticos, los secadores de cabello deben tener un cable de alimentación que se conecte a un tomacorriente apropiado. Si el cable no está conectado a un tomacorriente, el usuario debe revisar el tomacorriente para asegurarse de que el cable no esté dañado o deshilachado. Es una buena idea consultar con un electricista que esté familiarizado con los sistemas eléctricos para determinar qué causó la sobretensión. Una posibilidad es que el tomacorriente no fuera compatible con el uso actual, lo que resultó en un aumento repentino. Otras posibilidades son que el cable esté dañado o deformado, lo que hace que el secador de pelo use mucha más electricidad de la que debería.
Otra cosa a buscar es el sobrecalentamiento. Algunos modelos de secadores de cabello más nuevos incluyen un detector de calor incorporado. Otros son controlados automáticamente por un termostato, pero es una buena idea leer las instrucciones del fabricante antes de comprar un secador de cabello con una de estas características. Una secadora que se calienta demasiado constantemente puede causar daños al motor o al propio elemento calefactor. Una secadora que tenga bajos niveles de humedad o que no regule su temperatura también podría provocar un sobrecalentamiento. Por este motivo, es importante comprar un secador de pelo que utilice un ventilador en lugar de un elemento calefactor.